LA CORONA DE ADVIENTO

LA CORONA DEL ADVIENTO

El domingo día 29 comienza el adviento

La palabra ADVIENTO es una palabra latina que quiere decir VENIDA, LLEGADA. Es el tiempo en que los cristianos nos preparamos para la venida de Jesucristo. El tiempo de adviento abarca cuatro semanas antes de Navidad.

La corona de Adviento es el primer anuncio de Navidad. Es una costumbre popular nacida en Europa, que se ha venido extendiendo y haciéndose popular aun entre nosotros y se puede hacer tanto en casa como en la iglesia. La corona no es un rito litúrgico, pero es una buena manera de marcar el paso de las semanas de Adviento para poder vivirlas más plenamente. El signo consiste en una corona de follaje verde (sin flores, que serán más propias de la Navidad), la forma redonda simboliza la eternidad y el color verde la esperanza y la vida. El rojo, con el que se suele adornar, simboliza el amor de Dios que nos envuelve y también nuestro amor que espera con ansiedad el nacimiento del Hijo de Dios. Además de estas raíces simbólicas universales se añade el signo cristiano de la luz como salvación, los cuatro cirios vistosos expresan la espera de Cristo Jesús como Luz y Vida. La corona se puede colgar del techo con un lazo o se puede poner en otro lugar adecuado y visible. El rito consiste en encender cada uno de los domingos del Adviento el número de cirios correspondiente: uno el primer domingo, dos el segundo, etc. De esta manera se señala el paso de las semanas hasta Navidad.

Cuando se hace en casa, el encendido de la luz de corona se puede hacer en la noche con la familia reunida, acompañado de una plegaria. Sería muy significativo que cada domingo la encendiera un miembro diferente de la familia: papá, mamá, hijos...

Este signo es útil tanto para los niños como para los adultos, para ayudarles a tomar conciencia de este tiempo litúrgico y para no olvidar la importancia que tiene vivir el sentido de los diversos momentos del año litúrgico. En medio de un ambiente pagano y descreído, que tiende a celebrar la Navidad solamente como fiesta comercial, la corona de Adviento puede ser un pequeño símbolo de los valores humanos y cristianos que deberían centrar nuestra atención en estos días.

 

Que la Corona de Adviento nos ayude en el crecimiento de la esperanza y sea un signo que nos recuerde la necesidad de estar siempre vigilantes para el encuentro con Jesucristo, el Dios que vino, viene y vendrá.